El candidato panista calentó las redes, previo al debate, con un twit en jerga pugilística anticipando su estrategia del “todo o nada”. En la búsqueda del tan deseado gancho al hígado que llevase a la lona al candidato Barbosa, Cárdenas bajó constantemente la guardia y el candidato de Morena acertó efectivos jabs, pequeños golpes que serán recordados como los apodos de “fichita” y “fifi” que se llevó del contendor de Morena.
Era de esperarse que Cárdenas fuese desesperadamente a atacar a Barbosa en búsqueda de un golpe que se tradujiera en algún milagro en las encuestas de cara al 2 de junio. Sin embargo, esta estrategia no combina con el carácter del candidato: la falta de conocimiento técnico, sobre temas estratégicos, su carácter impulsivo, que le impidió ajustarse a los tiempos del programa, imposibilitando terminar sus ideas y, sobre todo, la búsqueda afanosa de buscar un conflicto bilateral, llegando incluso a menospreciar al candidato priista.
Sin mucho esfuerzo, Miguel Barbosa ganó un debate, del que poco se podía esperar ante los números que presentan las encuestas.
El candidato Barbosa supo dar respuestas a los ataques que venían del lado panista. Sin mayores esfuerzos el candidato de Morena se mantuvo en la línea de su campaña, con su característica fuerza y un plan de gobierno sólido se llevo la victoria en un debate insípido pero importante.
Se le agotó el tiempo al candidato de PAN, en redes sociales albicelestes generó una expectativa, ante la ausencia de Barbosa a los debates convocados por organizaciones autodenominadas de “civiles”. Sin embargo, la incompetencia de Cárdenas sepultó cualquier posibilidad del PAN de volver a la gubernatura del estado.
