- La alcaldesa pagó millones sin transparentar e informar a la ciudadanía sobre el ejercicio de los recursos.
Los robos, irregularidades y desfalcos que realizó la candidata reeleccionista de Morena a la presidencia municipal de San Andrés Cholula, fueron documentados por diversos medios de comunicación que han exhibido la operación con la que su administración utilizó recursos públicos para operar su campaña.
Los medios documentan que el ayuntamiento de Karina Pérez destinó más de 150 millones de pesos para para atender la emergencia sanitaria y económica provocada por el Covid en la entidad, sin embargo, revelan la opacidad y el amaño de los contratos pues no hay cuentas claras ni transparencia en el ejercicio de estos recursos.
Las compras de bienes y servicios son opacas, no se sabe a quién se le compra, en cuánto, ni los costos unitarios de los productos y artículos que se adquieren, no obstante, existen documentos que revelan que el ayuntamiento de Pérez Popoca compra caro, por no decir con sobreprecio, y a empresas de dudosa procedencia.
Una de estas empresas es Catering y Eventos CTL, la cual ha surtido a la administración municipal de diversos productos, como sopas, gelatinas, latas de atún y chiles jalapeños, aceites de cocina, pan, azúcar, frijol y arroz, con los cuales se arman despensas que supuestamente valen 400 pesos, pero el ayuntamiento de Karina vende en 200 pesos para supuestamente apoyar la economía de las familias cholultecas afectadas por la pandemia.
Catering y Eventos CTL no es empresa de abarrotes, sino una persona física que responde al nombre de Carolina Techalote Pérez, que en realidad se dedica a la organización de banquetes, es decir a dar el servicio de preparación de alimentos para fiestas, pero que en el gobierno de Pérez Popoca ha encontrado un filón como proveedor de productos de primera necesidad.
A Carolina Techalote se le pagó el 14 de diciembre de 2020 una factura por 1 millón 147 mil pesos, por productos que una empresa de abastos o una tienda de autoservicio como Walmart, Chedraui o Soriana habrían podido surtir al 60 por ciento de ese costo.
Una caja de sopa de pasta que en el mercado tiene un costo de 155 ó 169 pesos, la administración de Karina la pagó en 354 pesos; la caja de gelatinas que vale 279 pesos, la pagó en 585 pesos; la caja de aceites que fluctúa entre 372 y 399 pesos la pagó en 405 pesos, y las cajas de atún en lata que pueden conseguirse hasta en 595 pesos en 648 pesos.
Otra cuestión que llama la atención de Carolina Techalote Pérez es su doble rol, ya que en el padrón de proveedores del gobierno del estado aparece como representante legal de una firma consultora en administración denominada “SMR Consultores y Gestores Empresariales SC”, y en el padrón de San Andrés como prestador de servicios de preparación de alimentos para ocasiones especiales.
Ahora entiende por qué la 4T Puebla se ha rehusado a transparentar las compras que ha realizado con motivo de la pandemia, o por qué el portal de transparencia Covid-19 del gobierno del estado sólo ofrece información genérica de las compras, sin precisar el monto de los contratos, la razón social de las empresas proveedoras de bienes y servicios, y los costos unitarios de los productos, artículos y equipos adquiridos.
Ahora entiende por qué la emergencia sanitaria a Karina Pérez Popoca y a otras autoridades les cayó como anillo al dedo.
