Fernando Manzanilla habló sobre la nueva escuela Mexicana

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El día de ayer inició el ciclo escolar 2023-2024 en el cual más de 24 millones de estudiantes de niveles preescolar, primaria y secundaria de todo el país, tanto de escuelas públicas y privadas, regresaron a clases, junto con un millón 223 mil 387 docentes. De estos, más de un millón 600 mil estudiantes son de Puebla.

Sin duda, el inicio de un nuevo ciclo escolar trae consigo una serie de desafíos y oportunidades, especialmente en el contexto post pandemia, situación que ha afectado profundamente el sistema educativo. Por ello es importante analizar los retos clave que enfrenta el país en esta materia y cómo se pueden abordar para garantizar una educación de calidad para todos los y las estudiantes.

Para nadie es un secreto que todavía antes de la pandemia los retos en esta materia eran muy grandes. Un análisis de la trayectoria de preescolar a superior, durante 2001-2018, revela abandono en cada transición de nivel. De cada 100 niñas y niños que entraban a la primaria, ocho no terminaban y solo 88 se registraban en secundaria; 70 ingresaban al tipo de media superior, terminaban 45 y solo 34 accedían a licenciatura, de los cuales 24 concluían la educación superior.

Este abandono escolar, en los diferentes niveles educativos, ocurre por múltiples razones socioeconómicas, familiares, de violencia, aunado a que se pudo diagnosticar que bajo el modelo educativo tradicional, la escuela muchas veces no resulta atractiva y no representa opciones de vida para todas y todos.

Lo que es innegable es que la educación sigue siendo el mecanismo de ascenso social más democrático que hay, por lo que, desde el inicio del presente gobierno federal encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, se estableció como una prioridad el poder transformarla para que cumpla con su verdadera misión.

Fue así que surgió la propuesta de construir la Nueva Escuela Mexicana (NEM) a lo largo del trayecto de los 0 a los 23 años, con la clara idea de que la educación deberá ser entendida para toda la vida, bajo el concepto de aprender a aprender, actualización continua, adaptación a los cambios y aprendizaje permanente.

Destaca que este modelo pone en el centro la formación integral de niñas, niños, adolescentes y jóvenes, con el objetivo de promover el aprendizaje de excelencia, inclusivo, pluricultural, colaborativo y equitativo a lo largo del trayecto de su formación, desde el nacimiento hasta que concluya sus estudios, adaptado a todas las regiones de la república.

La NEM se caracteriza por una estructura abierta que integra a la comunidad. Prioriza la atención de poblaciones en desventaja (por condiciones económicas y sociales), con la finalidad de brindar los mismos estándares, para garantizar las mismas oportunidades de aprendizaje a todas y todos los mexicanos.

Y es que como premisa de este modelo educativo se tiene el saber que un pueblo carente de educación desconoce sus derechos y no puede defenderlos, por ello ha de adquirir capacidades que permitan el desarrollo personal y colectivo, a fin de llevar una vida digna.

Ha resultado muy importante el destacar que este derecho a la educación, desde la educación inicial a la superior, debe garantizarse llevando a efecto cuatro condiciones necesarias: asequibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y adaptabilidad de los servicios educativos.

Y es que, aunque no se ha tratado de descubrir el “hilo negro”, sí se trabajado desde un nuevo enfoque. Precisamente, la NEM asume la educación desde el humanismo, a través del cual se pone a la persona en el centro, por lo que las y los estudiantes son vistos de manera integral, como una totalidad, con una personalidad en permanente cambio y constante desarrollo e infundidos en un contexto interpersonal.

Aunado a ello se han establecido como líneas de acción permanentes la revalorización del magisterio, la infraestructura, la gobernanza, los objetivos del aprendizaje, estrategias didácticas y revisión de contenidos.

Hoy este es el gran reto de la educación en México: seguir construyendo la Nueva Escuela Mexicana, con la participación de madres, padres de familia y por supuesto de la propia labor docente.

El desafío es que, a pesar de la situación económica de cada familia, todas las niñas y los niños del país tengan acceso a una educación de calidadhumanista, científicamulticultural inclusiva

Por eso el llamado hoy es poner nuestro granito de arena en esta labor que, si bien avanza de manera firme, sus mayores frutos los dará en el largo plazo y serán para la sociedad en su conjunto, pues tendrá una incidencia profunda en los procesos de pazbienestar y justicia nacional.

-Con información de la columna de Fernando Manzanilla para E-Consulta