Rafael Álvarez: Trabajo duro para desarrollar Apizaco

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Rafael Álvarez Escárcega es, ante todo, un ciudadano consciente de la importancia de que la gente se involucre en las decisiones que afectan de forma directa la vida de todos.

Así nos los hace saber durante la entrevista en la que nos cuenta sobre su vida, proyectos y las metas que tiene para su futuro personal y el de Apizaco, en un año de gran importancia para la vida pública de Tlaxcala y el país.

“Soy, sobre todo, un emprendedor, un ciudadano que sabe que para sacar adelante a los suyos hay que trabajar muy duro y echarle ganas, para poder brindar oportunidades a otras personas de acceder a trabajos que les permitan crecer y hacer una cadena que genere cosas positivas y desarrollo”, nos asegura

Y por supuesto que la experiencia avala su aseveración respecto a su carácter emprendedor y de trabajo, ya que, como él mismo nos cuenta, su vida ha estado llena de diversas labores y, sobre todo, de un crecimiento profesional y laboral constante que lo ha convertido en el empresario exitoso y con profundo sentido social que es actualmente.

“Empecé desde abajo, trabajando en muchas cosas y de todo tipo. Desde despachador de gasolina en Estados Unidos, hasta ser ejecutivo de grandes industrias aquí en el país, todo con el fin de brindarle a mi familia un futuro sólido, mejor que lo que me había tocado vivir a mí”, expresa con orgullo.

Esa dedicación al trabajo le ha generado grandes satisfacciones y muchos éxitos personales y profesionales como haber presidido la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de la Vivienda en Tlaxcala y, por supuesto, el tener tiempo y ganas para dedicarse a apoyar a las familias más vulnerables de Apizaco durante esta pandemia.

“Está fácil, a mí Apizaco y su gente me lo han dado todo. Me dieron la estabilidad empresarial, me dieron la posibilidad de formar un hogar para mi hija pequeña, y para que me visiten mis hijos mayores, que ya son profesionistas e independientes; me ha dado amistades y un cariño invaluable por parte de la gente, mis ‘comadritas’ y ‘compadritos’ como les digo. ¿Cómo no voy a querer devolverles algo de todo eso?”, plantea con emoción.

Con eso en mente, al principio de la pandemia, Rafael Álvarez decidió unirse a otras personas con ganas de trabajar por los demás y, en principio, hicieron un análisis de la situación del municipio para definir una estrategia de ayuda correcta.

“Analizamos los indicadores y nos dimos cuenta que había que entrarle de lleno a ayudar a la gente más pobre, a la que no puede acceder a una alimentación correcta. Entonces planeamos, con la Red de Manos Emprendedoras, la “NutriRuta”, que es un programa con el que apoyamos directamente a las familias más vulnerables de Apizaco y de la región, entregándoles cada semana paquetes de carne de excelente calidad a costos por debajo del promedio en el mercado para abonar a que tanto adultos mayores, jóvenes y la niñez, puedan alimentarse mejor” señala.

“Estas acciones me han dejado puras cosas buenas, porque a pesar de lo difícil que es, durante esta pandemia, estar en contacto directo con la gente, lo hemos seguido haciendo, cuidándonos y cuidándolos, con todas las medidas de seguridad, y saber que los ayudas, ver el agradecimiento en sus caras y planear al lado de ello muchas más cosas que se pueden hacer por Apizaco para que cada vez accedan a más oportunidades, es algo que realmente alimenta el espíritu”.

Rafael Álvarez sabe que la etapa que viene para su vida, plantea otro tipo de retos, algunos a los que, como él mismo nos dice, no está acostumbrado, pero tiene la certeza de que su experiencia, capacidad de trabajo, visión emprendedora y de innovación, y el gran amor y respeto que siente por Apizaco y su gente, le permitirán enfrentarlos con éxito.

“Yo no soy político, repito, soy un ciudadano que está acostumbrado a chambear y a liderar proyectos exitosos. Por eso decidí inscribirme como aspirante a presidir Apizaco, porque hemos sido testigos de años y años de inacción de parte de quienes dizque sí tienen la experiencia en materia de administración pública y pues no se ve claro”.

“La idea es demostrarle al mundo que si otros no pueden hacer las cosas, nosotros sí podemos. Que Apizaco tiene con qué, tiene riqueza natural, cultural, tradiciones y que hay que contárselo al mundo para atraer más desarrollo. Eso contagia a la gente, la motiva, porque de por sí son personas muy trabajadoras que todos los días luchan para brindarle mejor vida a los suyos. Hoy yo quiero contagiarles de ese espíritu emprendedor, de esa visión que siempre he tenido de que, si los demás no pueden hacer las cosas, hay que hacerlas nosotros y, con eso, seguro, nos irá mucho mejor”, finaliza.