El bienestar animal es una responsabilidad que nos concierne a todos – Fernando Manzanilla

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Es muy frecuente enterarse a través de los medios de comunicación de episodios de maltrato animal a lo largo y ancho del país; sin embargo, hace unos días, pudimos ver la indignación de toda la sociedad al atestiguar, por medio de un video, cómo un hombre después de reñir con un carnicero en su establecimiento, salió y asesinó a un perrito al lanzarlo a un cazo de aceite hirviendo en Tecámac, Estado de México.

Desafortunadamente, Puebla no está exenta de estos hechos, ya que tan solo en lo que va de la actual administración municipal de la capital, las autoridades han recibido más de 300 denuncias de maltrato animal, reportadas por ciudadanos a la Secretaría de Medio Ambiente, ya sea por llamada telefónica o por redes sociales.

También viene a mi mente que hace algunos meses se hizo público el caso de un hombre que en la colonia Vista Hermosa de la ciudad de Tehuacán mató a dos perritos a machetazos, además de los múltiples casos que se registran en ese municipio de canes envenenados en las calles.

Lo anterior nos deja ver que no se trata de casos aislados, por el contrario, el maltrato animal es un grave problema que afecta a la sociedad en la que nos encontramos. Este tipo de violencia hacia los animales puede manifestarse de diferentes formas, desde el abandono y la negligencia hasta el maltrato físico y el uso de animales en peleas ilegales.

El maltrato animal no solo causa sufrimiento innecesario a los seres vivos, sino que también es un indicador de problemas más profundos en la sociedad.

Y es que puede ser considerado como un síntoma de la descomposición social, ya que está relacionado con la falta de valores éticos y el deterioro de las normas sociales. Cuando las personas maltratan a los animales, reflejan una falta de empatía y consideración hacia otros seres vivos, lo que indica una falta de respeto hacia los derechos y la vida de los animales.

También puede ser un reflejo de la descomposición mental de la sociedad. Las personas que maltratan a los animales a menudo tienen problemas de salud mental, como trastornos de conducta, impulsividad o falta de control emocional. Estos individuos pueden utilizar la violencia hacia los animales como una forma de liberar su frustración o ejercer control sobre seres más vulnerables. Esta conexión entre la salud mental y el maltrato animal destaca la importancia de abordar los problemas de salud mental de manera integral en nuestra sociedad.

Pero el maltrato animal no solo tiene consecuencias para los animales, sino que también afecta a la sociedad en su conjunto. La tolerancia hacia el maltrato animal puede normalizar la violencia y erosionar el tejido social.

Además, existen numerosos estudios que han demostrado que las personas que cometen actos de crueldad hacia los animales tienen una mayor probabilidad de participar en comportamientos violentos hacia otros seres humanos. Esto resalta la importancia de abordar el maltrato animal como parte de una estrategia más amplia para prevenir la violencia en la sociedad.

En este sentido, es esencial garantizar que las personas tengan acceso a servicios de salud mental de calidad. La detección temprana y el tratamiento de trastornos mentales pueden prevenir comportamientos violentos y mejorar el bienestar de las personas y los animales.

Asimismo, es fundamental implementar medidas integrales como promover programas de educación que fomenten la empatía y el respeto hacia los animales desde una edad temprana. Esto implica enseñar a los niños sobre la importancia de tratar a los animales con dignidad y promover valores éticos.

También se requiere contar con una legislación efectiva que penalice el maltrato animal y garantice su aplicación. Esto incluye la imposición de sanciones adecuadas a los infractores y la promoción de denuncias por parte de la sociedad.

De igual forma, fomentar la adopción de animales y promover la tenencia responsable es fundamental para reducir el abandono y el maltrato animal. Esto implica brindar información y recursos a las personas para que cuiden adecuadamente a sus mascotas y tomen decisiones responsables en cuanto a la reproducción.

En este sentido, basta saber que en Puebla, sobre todo en las juntas auxiliares, hay una sobrepoblación de canes callejeros, muchos de los cuales han sido abandonados por sus dueños. Al respecto se calcula que al menos 4 de cada 10 perros están en esta situación.

De acuerdo con el Departamento de Control Animal del municipio de Puebla, del total de la población canina en el país, un 30 por ciento tienen dueño, un 30 por ciento son perros comunitarios y un 40 por ciento se encuentran en situación de calle.

Afortunadamente en los últimos años, se ha observado un creciente interés por parte de la sociedad y las autoridades en tomar medidas para prevenir y combatir este problema, sin embargo, no podemos bajar la guardia para que las medidas para prevenir el maltrato animal y promover el bienestar de los animales sigan creciendo.

Tengamos presente que el bienestar animal no es solo una responsabilidad ética, sino también un pilar fundamental para construir una sociedad justa y civilizada.

Con información de : columna de Fernando Manzanilla en E-consulta