Fernando Manzanilla busca impulsar el deporte para la transformación social

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El deporte no es solo una actividad física; es una herramienta poderosa que puede transformar la sociedad en múltiples niveles. Cuando se convierte en una política pública sólida y efectiva, el deporte puede tener un impacto profundo en la salud, la educación, la inclusión social y la cohesión comunitaria.

Es por ello que estoy convencido que, desde la promoción de un estilo de vida saludable hasta la construcción de valores fundamentales, el deporte como política pública puede generar cambios significativos en la sociedad.

Uno de los beneficios más evidentes de promover el deporte es el impacto positivo en la salud de la población. La práctica regular de actividad física está asociada con la prevención y el manejo de enfermedades crónicas como la diabetes, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares.

Esto es fundamental y más en una sociedad como la nuestra en la que de acuerdo con las Estadísticas de Defunciones Registradas (EDR) correspondientes a 2022, del INEGI, las tres primeras causas de muerte a nivel nacional fueron enfermedades del corazón, diabetes mellitus y tumores malignos.

Desafortunadamente, durante varios años las enfermedades del corazón han sido una de las principales causas de defunción entre la población mexicana. Entre estas, destacan las isquémicas (reducción del flujo sanguíneo al corazón por bloqueo parcial o total de las arterias) con el 76.4 %. Siguen las hipertensivas, con 14.3 % y las relacionadas con la circulación pulmonar y otras enfermedades del corazón, con 9.0 %.

Incluso, es importante tener presente que en cuanto a las defunciones por diabetes mellitus, las mayores tasas por cada 100 mil habitantes se presentaron en Veracruz de Ignacio de la Llave, con 127.0; Tabasco, con 114.6 y Puebla, con 114.0.

En este sentido, se vuelve determinante el establecer programas deportivos accesibles para todas las edades y grupos socioeconómicos, lo cual además de incidir de manera directa en la calidad de vida de las personas, permitirá reducir la carga de los ya saturados sistemas de salud.

Asimismo, debemos tener presente que el deporte no solo fomenta el desarrollo físico, sino que también promueve una educación integral. Los jóvenes que participan en actividades deportivas aprenden valores como el trabajo en equipo, la disciplina, la resiliencia y la empatía.

Estos valores trascienden el campo de juego y se aplican en la vida cotidiana, contribuyendo a la formación de ciudadanos responsables y comprometidos con su comunidad.

Asimismo, el deporte tiene el poder de unir a las personas y superar barreras sociales. Al establecer políticas públicas que garanticen el acceso al deporte para todos, se generarán oportunidades de inclusión para grupos vulnerables, personas con discapacidades y comunidades desfavorecidas. Los equipos deportivos locales también pueden fomentar un sentido de pertenencia y cohesión en la comunidad, fortaleciendo los lazos sociales y reduciendo la delincuencia.

No escapa del radar el saber que estas iniciativas también puede impulsar el desarrollo económico. La organización de eventos deportivos atrae turismo, genera empleo y estimula la economía local. Además, la inversión en instalaciones deportivas y programas de entrenamiento puede dar lugar a nuevas oportunidades de empleo en áreas como la educación física, la capacitación deportiva y la gestión de instalaciones deportivas.

En este sentido es que se vuelve indispensable impulsar la creación de áreas deportivas de diferentes disciplinas en colonias y juntas auxiliares, o bien la recuperación de muchas que se encuentran abandonadas o en mal estado.

Recordemos que los espacios verdes y las instalaciones deportivas bien mantenidas crean entornos más agradables y atractivos. Esto puede conducir a un aumento del orgullo comunitario y, en última instancia, a una reducción de los delitos, ya que los residentes tienen más incentivos para cuidar y proteger sus espacios públicos.

Me siento contento de saber que éste es precisamente el enfoque que se ha delineado desde el propio Instituto Mexicano para la Transformación de la Vida Pública, quien el próximo viernes estará realizando un foro público para escuchar las diferentes perspectivas de deportistas, colectivos y de la ciudadanía en general.

Estaré muy atento de lo compartido por la ciudadanía, así como de las acciones que se definan, ya que hoy más que nunca se requiere invertir en deporte en Puebla, lo cual es una inversión en la felicidad y bienestar de las personas.

-Con información de la columna de Fernando Manzanilla para El Sol de Puebla